Esta entrada del blog está en curso, lo que significa que se añadirá una y otra vez, y la actual está siempre en la parte superior.
Una parte importante de mi viaje es la música. Para mí, estaba claro desde el principio que quería llevarme la guitarra conmigo. Y tras deliberar un poco, decidí llevarme un amplificador y un micrófono con soporte.
No me interesa ganar dinero para mí con la música, sino experimentar lo que es cantar en la calle, en los bares, en el metro, etc. Al mismo tiempo, el dinero que te dan por la música también es una señal de aprecio y me da la sensación de que lo que toco y canto gusta.
Por eso he decidido que el dinero que gane con la música vaya a organizaciones benéficas, y siempre del país donde gane el dinero.
Aquí te cuento cómo funciona, qué aprendo y a qué proyectos apoyo con el dinero.

Parte 1: De Suiza a las Islas Canarias (diciembre de 2022)

Llevo dos meses de viaje y he estado haciendo mucha música. Desde que estaba en Gibraltar, en realidad todos los días. Sobre todo con jóvenes en albergues, en la playa o similares. Pero también he hecho mucha música en la calle y en bares, sobre todo en Gran Canaria, y ya he podido ganar unos 400 euros.

Me doy cuenta de que he aprendido mucho: ya no estoy tan nervioso como las primeras veces, cada vez entiendo mejor dónde puedo colocarme y estoy desarrollando mi propia forma de hacer música callejera. Tengo un papel plastificado que suelo pegar a la guitarra, en el que hay 20 canciones para elegir, para que la gente pueda pedir una canción. A través de un código QR, la gente entra en mi sitio web www.jukaibox.com y encuentra un cancionero con más de 100 canciones. Si aún no lo conoces, échale un vistazo.
Suele caer bien, sobre todo cuando voy a bares. Por cierto, no me gusta ponerme en un bar y empezar a tocar, porque entonces la gente no tiene elección si quiere escuchar la música (en la calle pueden seguir andando). En lugar de eso, me acerco a la gente y les pregunto si quieren escuchar música. Muchos dicen que no y no pasa nada, pero si dicen que sí, pues también les apetece y dan dinero por voluntad propia sin que yo tenga que mendigar (algo que tampoco me gusta y no hago).
Hice mis primeros intentos de música callejera en Winterthur y Zúrich. Allí estaba extremadamente nervioso y apenas me atrevía a hacerlo. Pero entonces se juntó bastante dinero (gracias a Suiza), ¡lo que realmente me dio un empujón!
Doné el dinero que recaudé en Suiza a la organización Suprise, que me recomendó mi amiga Barbara. Suprise apoya a personas socialmente desfavorecidas mediante oportunidades de empleo, ofertas para participar en la vida social y ayudas de bajo umbral. Por desgracia, no tuve tiempo suficiente en Zúrich para hacer uno de sus recorridos sociales por la ciudad, pero esto me da una razón para volver. También crean lugares de encuentro, una revista con personas sin hogar y mucho más. Haz clic aquí para ver Surprise.

El dinero que me llevé en la España peninsular fue relativamente poco. En Barcelona, me dejé limitar mucho por el reglamento, algo que hoy no haría. Hasta ahora, la policía no me ha rechazado en ningún sitio y no creo que hagan mucho más que eso. En Granada tuve mucha competencia de guitarristas flamencos y dejé que me intimidaran un poco (grandes músicos). En La Línea, cerca de Gibraltar, me fue bien y recibí el apoyo de unos autoestopistas en barco que me hicieron mucha audiencia.
Doné el dinero de la España peninsular a la organización SMH, que realiza salvamento marítimo en el Mediterráneo con el barco AITA MARI y cuyo barco visité en Burriana en octubre. Aquí está el enlace a SMH.

Gran Canaria es donde más me he divertido hasta ahora y donde también he recaudado dinero. Sobre todo en los bares, ¡hay gente muy generosa! Y es muy divertido para mí. Creo que nunca he hecho tanta música como la que hago aquí ahora mismo y todos los que me conocen aquí realmente solo me conocen con una guitarra a la espalda o en la mano 😊.
Aquí apoyaré un proyecto para refugiados, porque muchas personas de distintos países africanos llegan aquí en pateras. Actualmente vivo en un albergue donde también viven refugiados: Atlas Gran Canaria. Todo se basa en una asociación que realiza diferentes proyectos para y con los refugiados. Apoyaré uno de estos proyectos, pero ya les diré cuál.